Los entornos de alta temperatura y alta presión imponen retos únicos a la medición de la humedad. Los transmisores de humedad estándar no están diseñados para funcionar con precisión en estas condiciones extremas, lo que da lugar a datos poco fiables y posibles fallos del dispositivo. En entornos de alta temperatura (como 200℃), la humedad interactúa de forma diferente con la atmósfera, y ciertos materiales pueden degradarse o corroerse más rápidamente, afectando tanto al sensor como al equipo.
El uso de un transmisor de humedad especializado garantiza:
- Precisión: Estos transmisores están diseñados para mantener lecturas precisas incluso en condiciones extremas, a menudo empleando materiales como el acero inoxidable o cerámicas especiales para soportar altas temperaturas y presiones.
- Durabilidad: Los materiales y la construcción de estos transmisores resisten la corrosión, la oxidación y el desgaste físico debido a la presión y el calor intensos, lo que garantiza una vida útil más larga.
- Fiabilidad: Los entornos de alta presión y alta temperatura pueden provocar cambios rápidos en la humedad, lo que requiere sensores robustos que puedan reaccionar rápidamente sin dañarse ni proporcionar datos falsos.
En industrias sensibles como la de generación de energía, la farmacéutica y la de procesamiento químico, la combinación de calor y presión extremos hace que la supervisión precisa de la humedad sea fundamental para mantener el control de los procesos y garantizar la seguridad.